El 18 de Diciembre de 2001 por la noche, como consecuencia de la crisis económica- política, con 10 millones de pobres y un 15 por ciento de desocupados, tras la renuncia del Vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez, y el “corralito”, se producen saqueos a negocios en diferentes partes del país.
Los desmanes se multiplicaron en zonas del conurbano bonaerense, se repitieron en la madrugada en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y luego del mediodía del 19 llegaron a la Capital y el interior.
Los televidentes pudieron observar cómo cientos de saqueadores se alzaron con comestibles, electrodomésticos, y productos navideños. El saldo de los saqueos fue de 6 muertos, 2 de ellos asesinados por comerciantes quienes trataban de evitar el robo de sus negocios en el gran Buenos Aires, otras 2 personas cayeron en Rosario, un joven de 15 años en Santa fe, y una mujer en Cipolletti, Río Negro. A lo largo del país se registraron al menos 108 heridos y 328 detenidos.
A las 23 del miércoles Fernando de La Rua, declaró, por cadena nacional, el estado de sitio en todo el país, antes se había anunciado una medida para combatir la conflictividad: 7 millones de pesos para alimentos, con 700.000 bolsones de 10 kilos cada uno. La renuncia del ministro de economía.
Luego del discurso comenzaron a escucharse, en Capital Federal, ruidos de latas, inmediatamente se poblaron de cacerolas los balcones y las calles se colmaron de personas que marcharon hacia Plaza de mayo, cantando ¡Que se vayan, que se vayan!”, insultado a Cavallo, Menem y de la Rúa, mientras golpeaban sus ollas.
La televisión mostró que había gente en la Plaza de Mayo y todos empezaron a ir hacia allá, cerca de las 12 se comenzó a cantar el Himno Nacional. La plaza ya estaba llena, incluyendo las calles laterales, y la Guardia de Infantería comenzó a tirar gases. Se produjo una estampida, varias granadas de gas estallaron e incendiaron una palmera. Finalmente la Plaza se despobló y quedó cubierta por cacerolas abandonadas en la huida. Gran cantidad de personas marchó por Avenida de Mayo y destruyó a su paso teléfonos públicos, los vidrios de bancos y Mc Donalds.
El 20 se produjeron durante todo el día enfrentamientos entre la policía montada y los manifestantes. Ya al mediodía se sabía que estos incidentes habían provocado la muerte de 5 jóvenes, uno de ellos asesinado desde el interior del banco HSBC, de Avenida de Mayo y Chacabuco, con una bala 9 milímetros.
A las 16 Fernando de la Rua declaraba: "Voy a cumplir con mi deber hasta el final", además de hacer un llamado al acuerdo para la unidad nacional con la participación del PJ y la renuncia de Domingo Caballo al ministerio de economía. Finalmente no recibió el apoyo esperado de la oposición y decidió encerrarse en su despacho y redactar a puño y letra su renuncia: “Mi mensaje de hoy para asegurar la gobernabilidad y constituir un gobierno de unidad fue rechazado por líderes parlamentarios. Confío que mi decisión contribuirá a la paz social y a la continuidad institucional de la República”. Ya las 19:52, tras 740 días de gestión, despegó el helicóptero que lo transportó desde la Casa Rosada hasta la residencia de Olivos, mientras, en la plaza la violencia y la represión llegaban a su pico máximo, con un saldo total de 25 muertos y 400 heridos.
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