viernes, 1 de diciembre de 2006

Menos humo, más rigurosidad

La guerra contra el tabaco está alistando cada vez más soldados a su causa. Luego de que la ley antitabaco de Capital Federal comenzara a regir a partir de los primeros días de Marzo de este año, los proyectos en la lucha contra el cigarrillo tanto en la provincia de Buenos Aires como a nivel nacional, van encontrando su espacio estratégico en el campo de batalla. La primera movida la llevó a cabo la cámara de diputados de la Provincia, tras dar media sanción a un proyecto de ley que apunta a ser más riguroso que el que se concretó en Capital, ya que en este caso no sólo los fumadores no podrán fumar en los espacios cerrados a los que concurre el público, sino que tampoco se permitirán instalar sectores para fumadores en locales de más de 100 metros cuadrados, como si ocurre en la normativa de la Ciudad. En parte, la restrictiva medida que se asoma se corresponde con los resultados obtenidos tras la aplicación de la ley en la Capital, donde muchos bares con pequeñas dimensiones denunciaron ser discriminados por la norma, ya que entre otras cosas, en la ciudad de 9000 establecimientos gastronómicos, sólo alrededor de 2500 superaban los 100 metros cuadrados, lo que implicaba en muchos casos grandes pérdidas. Esta vez la norma afectará a todos por igual. También se prevé que no aparezca publicidad, salvo en los locales de venta, y que en los establecimientos haya carteles con la leyenda “prohibido fumar”, entre otras medidas. Las multas en caso de incumplimiento se aplicarán a los dueños del lugar en donde se infrinja la ley, y las mismas variaran entre los cien y los mil pesos. “Las expectativas que tengo respecto de la ley antitabaco son amplias, habida cuenta que, desde el año 2004 estoy impulsando proyectos en esta temática que, finalmente, se vio plasmado en la media sanción de la ley a través de la unificación de varios proyectos”, manifestó el diputado provincial Luis Bruni, uno de los impulsores de la ley. Además agregó: “El aspecto más importante que se debe tomar en consideración es la protección a los derechos de los no fumadores por encima de los derechos de los fumadores”. Con respecto a los tiempos para el tratemiento de la ley en senadores, el diputado explicó que es posible que haya demoras. Por su parte, el gobierno nacional movilizó rápidamente su artillería y volvió a poner en discusión el proyecto de ley de alcance Nacional propuesto por el ministro de salud, Ginés González García el año pasado, que estaba frenado debido a la oposición de las provincias tabacaleras que se oponían principalmente a la propuesta de espacios 100 por ciento libres de humo. Desde el Ejecutivo lanzaron una estadística de 40 mil muertes por año a causa del cigarrillo, de las cuales 6 mil son fumadores. Según datos aportados por el gobierno de la Ciudad, la categoría de fumador pasivo existe y además estas personas tienen potencialmente el mismo riesgo de adquirir las afecciones o enfermedades que un fumador activo, ya que en los espacios cerrados como los bares o restaurantes hay una concentración de contaminantes quince veces mayor a la del aire ambiental de la calle. De todas formas este riesgo varía de acuerdo al grado de exposición de la persona que evidentemente es menor que la de un fumador. En la actualidad la ley antitabaco funciona además de en Capital Federal, en las provincias de Santa Fe, Tucumán, Córdoba y La Rioja, según la regulación de cada provincia. La estrategia ya está en marcha, solo queda esperar la contraofensiva final, para asfixiar al enemigo que ataca contra la salud y dejarlo sin aliento. Federico Sánchez.

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