sábado, 15 de marzo de 2008

¡Qué Diosas!

Una niña nacida en un pueblo de la India fue noticia tras nacer con una deformidad en su rostro, formándosele dos caras. La beba fue venerada por algunos habitantes del lugar, que la reconocieron como la reencarnación de uno de los dioses de la mitología hindú. Más allá de los rituales de los pobladores; que bailaban a sus pies, le lanzaban monedas y le pedían bendiciones, los padres de la niña- que se encuentra en buen estado de salud- ya solicitaron al gobierno hindú que los ayuradara con los tratamientos que requiere el caso.

Otro hecho de similares características ocurrió en la India el año pasado, cuando Lakshmi nació con ocho extremidades, cuatro manos y cuatro piernas. En esta ocasión también los fieles interpretaron que se trataba de un hecho místico y que la beba representaba el cuerpo de una diosa, sobre todo por las características particulares de las deformidades de la niña, que se asemejaban a las imágenes típicas de la generación de dioses hindúes. Dicha veneración abrió una gran polémica religiosa en la sociedad hindú en torno a lo que había que hacer con Lakshmi. La niña, cuyo nombre representa a la diosa de la abundancia en la teogonía hindú, finalmente fue operada con éxito.

1 comentario:

Laura Siri dijo...

Estas noticias me llamaron la atención cuando en su momento las leí porque ilustran maravillosamente el concepto de discapacidad como una construcción social. Es decir, lo que para muchas sociedades sería algo vergonzante, preocupante, horrible y motivo de discriminación, para otras es motivo de alegría y adoración. Quiere decir que la discapacidad o la anormalidad no son propiedades intrínsecas del supuesto "diferente", sino una construcción cultural de la sociedad que lo rodea.