miércoles, 19 de marzo de 2008

Acerca de los video juegos violentos en el mercado…

El videogame Manhunt 2 comenzará a comercializarse en Inglaterra (y luego en toda Europa) luego de que se le negará dos veces el permiso para poner el juego en el mercado a la empresa que lo produjo, debido a los altos contenidos de violencia que poseía el mismo. El Comité de Apelaciones de Video revirtió la medida que en los meses de julio y diciembre del 2007 había impedido la venta del producto. En los dos casos el British Board of Film Certification (BBFC) fue el organismo encargado de impedir la edición del juego.

Más allá del visto bueno del BBFC, la polémica en torno al videogame continúa. El BBFC manifestó que “el contenido de este producto supone un serio riesgo". La empresa desarrolladora del producto respondió por su parte que Mahunt 2 no difiere de otras ofertas culturales como por ejemplo la película Hostel. Más allá del cruce de opiniones, el juego está caratulado como para mayores de 18 años, y de esa forma es que se va a ofrecer en el mercado. En Estados Unidos el videogame se vende desde el año pasado con la etiqueta “Adults Only”.

Uno de los puntos más controversiales acerca del Mahunt 2 tiene que ver con la gran cantidad de escenas en donde se producen ejecuciones y hay “alto grado de sadismo”. Sin embargo es bastante raro que los organismos de Inglaterra hablen de un “serio riesgo para la sociedad” cuando se refieren al ManHunt 2 en particular. En principio, el juego está caratulado como para personas mayores de 18. Por otra parte, salvo que se trate de un niño que copia acciones de algo que lo puede llegar a estimular, es descabellado pensar que no se pueda vender el juego porque alguien va a salir a matar. Un adulto que asesina copiando los métodos que le “propone” un juego, de por sí no está en sus cabales, e incluso podría matar sin necesitar ver ningún video. Es decir que la hipótesis tan facilista de referirse a las malas influencias del juego en vez de hablar de los trastornos tanto familiares como de otra índole que pueden estar aquejando a una persona, queda descartada.

Por otro lado, tanto las películas como los videogames, se manejan con géneros. Cada género posee determinadas particularidades, lo que se suele denominar en cine el “verosímil de género”. En este sentido, ManHunt 2 tiene una trama armada, donde a partir de realizar determinadas acciones se llega a un objetivo. Para ello en el camino hay que ir asesinando gente, lo cual es moneda corriente en los videojuegos. El sitio Ciudad.com describe a la trama de esta forma: “Cuando Daniel Lamb despierta en un manicomio, con un médico muerto a sus pies y una jeringa en la mano, no recuerda nada. La puerta de su habitación está abierta, y decide escapar. En su huida, aparecen guardias, policías y todo tipo de pandilleros, la mayoría armados y dispuestos a detenerlo, y Daniel responde al fuego con más fuego”. Evidentemente se trata de una ficción, de una historia inventada. Es decir, se arma un contexto para darle sentido al juego.

Por ello, mucho más grave aún que el ManHunt 2 son aquellos videojuegos que se comercializan a nivel mundial y que tratan temas concretos (no de ficción) de la realidad mundial que son consternantes. Es el caso del famoso juego Counter Strike. Aquí no se trata ni del sadismo ni de la espectacularidad de las muertes. Se trata simplemente de cómo a través de un simple juego se banaliza una situación de gran relevancia para el mundo entero como es el terrorismo y el combate contra el mismo. En el Counter Strike se enfrentan terroristas versus los contraterroristas. Se juega en equipos y gana el que mate primero a todos los miembros del equipo contrincante. En este caso, el tema que se toca no tiene que ver con la ficción, se trata (más allá de la recreación de los hechos que sirve para adaptarlos a un juego) de un tópico paradigmático que afecta al mundo entero. Al poner en forma de videogame estos temas tan graves que ocurren en nuestra contemporaneidad, ocurre que, además de quitarle trascendencia a una situación tan dramática como la del terrorismo (al ubicarla en un contexto de divertimento), se naturaliza dicha situación, se la vacía de contenido y pierde su real significado. De esta forma, se hace de un hecho tan irracional una cosa de todos los días, algo que forma parte de una costumbre. Y este juego (Counter Strike) tan controversial, es comercializado y jugado en países como Argentina, Estados Unidos, Inglaterra, España. Todos países donde la sociedad ha vivido el tema del terrorismo en carne propia. Sin embargo nadie prohíbe nada, nadie habla de que se rompen los límites éticos y morales.

La nota de Ciudad.com titula en forma escandalosa: “ManHunt 2: jugar a matar”. Sin embargo hay una inmensidad de juegos que por más inocentes que parezcan, consisten simplemente en eliminar enemigos, matarlos. Puede ser que se lo haga con rayitos, con bolas de fuego, con pistolitas que parecen inofensivas, sin embargo la idea central sigue siendo la misma: eliminar a todos los oponentes para pasar de nivel. E incluso son juegos que no tienen ninguna etiqueta donde figure que deben ser usados por mayores de 18 años. Por ello parece que más importante que si un juego posee violencia o no la posee, lo que habría que analizar es qué sentidos y consecuencias llevan aparejado para la sociedad poner en el mercado ciertos productos. No se trata de mirar lo que está más acá, aquello que aparece en la pantalla y puede ser señalado por el dedo de la moral, sino mirar aquello que queda, los significados que traen consigo la realización de determinadas acciones.

PRESENTACION DEL MANHUNT 2

1 comentario:

Laura Siri dijo...

A los ingleses les preocupa mucho la violencia del Manhunt, pero acaban de votar alcalde de Londres a un racista, misógino, con ideas calificables como nazis y antedecentes penales. En síntesis, un completo impresentable. ¡Sería mejor que descargaran sus malos instintos jugando que cuando salen a votar!