domingo, 8 de octubre de 2006

Desde la ley antitabaco

He notado ya los efectos de la aplicación de la ley antitabaco. Las reacciones según los casos son diferentes. Algunos parecen olvidar por momentos que están conviviendo sin su adicción. La peor parte es cuando viene a la memoria la "trágica" situación: "Que mal no poder fumar uno ahora después de comer". Los malos recuerdos aumentan hasta que todo deriva en que los fumadores abandonen aquellos lugares de esparcimiento y reunión, para acceder a su individual y "solitaria" adicción. De hecho ya se ha armado una gran polémica: Hay abogados que hablan sobre la pirvación de la libertad y el derecho hacia aquellos que desean fumar, pero olvidando que muchas veces al fumar se puede estar invadiendo la libertad y el derecho del otro a no ser un fumador pasivo. Se podrá decir que para eso existen los lugares reservados para no fumadores. Y es verdad, pero a partir de ahora tendran que existir en lugares de más de 1oo metros cuadrados, donde alla una efectiva separación de aquellos que desean fumar de los que no. Por otra parte se presentan otros problemas más complejos como los casos paradigmáticos del casino o del bingo, donde una de las autoridades admitía que 6 de cada diez clientes son fumadores y que eso les ha restado clientela, lo cual es muy factible en un lugar donde se reunen todos los vicios. En este caso, ¿es posible que se respete la ley en estos tipos de lugares? Esos serían temas que quizás habría que plantearse para encontrarle una situación. Pero más allá de las polémicas, la ley que tiene una buena iniciativa. Los fumadores no dejaran de fumar pero lo harán posiblemente menos y los no fumadores estarán menos expuestos a ser fumadores pasivos. Un negocio redondo, si pensamos también que el gobierno también se ahorrará unos cuantos pesos en salud, si tenemos en cuanto la cantidad de enfermedades que se producen por el tabaco y como consecuencia, las consultas a los hospitales públicos.
Federico Sanchez Periodista del semanario PRENSA LIBRE

1 comentario:

FadingAparition dijo...

Es divertido como todo el mundo asume que ser "fumador pasivo" es algo. No hay pruebas fehacientes ni ningún estudio serio que demuestre que el "fumador pasivo" tiene consecuencias para la salud.

Estamos de acuerdo en que el fumar en lugares donde se come molesta mucho. Pero en lugares como bingos y demases, es solo un olor molesto. Nadie me puede decir a mi que yo no puedo emitir un olor molesto.

Repito: Los fumadores pasivos no existen, el humo en el ambiente no causa daño real, o al menos no causa más daño que los escapes o la contaminación sonora propia de la ciudad.